domingo, 22 de abril de 2012

Grave situación en Malí.

La situación en Malí se está volviendo cada día más grave.
Tras el golpe de estado, la unilateral declaración de independencia por parte de los rebeldes Tuareg, las presiones internacionales para volver a la legalidad vigente... la situación es cada vez más inestable.

Desde la Agencia Fides se informa de que varias ONGs han tenido que abandonar sus actividades debido a la presión del grupo radical islámico Ansar Dineel, que controla gran parte del norte del país.

Por otra parte, el ejército está reclutando a jóvenes que son enviados a combatir al norte tras dos semanas de entrenamiento, según informa también la Agencia Fides.

Las agencias internacionales informan de que más de 200.000 personas han huído de sus hogares.

La escasez de alimentos y de agua hace que la situación se convierta en crítica.

Es necesario construir corredores humanitarios para poder auxiliar a la población, o se producirá un auténtico desastre.


Por su parte, desde Médicos Sin Fronteras informan que unos 57.000 malienses han llegado al campo de refugiados de Mbéra, en Mauritania. Son mayoritariamente familias Tuareg que huyen de la zona de Tombuctú.

Según informa la ONG sanitaria, disponen para ese enorme número de desplazados de tan sólo 100 letrinas, y una media de 9 litros de agua por persona y día.
Los estándares humanitarios exigen 20 litros de agua por persona y día, y una letrina por cada 20 personas.

Se esperan miles de refugiados más en la próximas semanas.

Urge que la comunidad internacional tome medidas lo antes posible, si no queremos asistir a una catástrofe humanitaria todavía mayor.

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