miércoles, 5 de septiembre de 2012

Robo de cebúes en Madagascar

“Los robos de cebúes y graves actos de violencia ya se han convertido en realidades cotidianas para la población del sur. Hartos de sufrimientos, abusos y crecientes problemas económicos, los ‘fokonolona’ (‘campesinos’ en lengua local) ya no están dispuestos a esperar la intervención de la policía y de los gendarmes. Han tomado las armas y han comenzado a defenderse solos. Por eso el número de muertos ha aumentado”, dice a la MISNA Jean Hervé Rakotozanany, periodista de la emisora de los salesianos, Radio Don Bosco.

Según el periódico local ‘Madagascar Tribune’, en la zona de Fort Dauphin (extremo sur de la isla) “los fokonolona han logrado rechazar asaltos de los dahalos (ladrones de ganado) y la justicia popular ha matado a 86 ladrones y mutilado a unos veinte”. El gobierno, que asegura haber puesto la lucha con tra los dahalos en lo alto de su lista de prioridades, anunció el envío de soldados y gendarmes a Betroka. Sin embargo, el estado reconoce a la justicia tradicional, autorizada por las convenciones colectivas (‘Dinas’) firmadas con las comunidades campesinas, como primera línea en la lucha contra la inseguridad en las remotas zonas rurales donde las fuerzas del orden con frecuencia no se encuentran presentes.

“Todos los medios de comunicación nacionales e internacionales hablan del tema, pero hay mucha confusión tanto en lo referente al número de víctimas como sobre su identidad y la dinámica de la violencia, en parte porque las autoridades se cuidan bien de divulgar información al respecto. Pare esclarecer las cosas habría que obtener noticias directamente del lugar de los hechos, que es lo que hará Radio Don Bosco”, agrega el periodista responbsable de los programas de la noche.

En la cultura tradicional, el hurto de ganado era un rito usual para los jóvenes que deseaban demostrar su fuerza y ganarse el reconocimiento oficial de los ancianos. Sin embargo, en los últimos tiempos el recrudecimiento del bandolerismo en las zonas rurales está convirtiendo la actividad en un comercio en el que están implicados incluso funcionarios públicos. Anosy, Androy e Atsimo Andrefana son las tres regiones más afectadas por la plaga de la inseguridad. El pasado 23 de agosto, según la Radio Antsiva, 1.300 cebúes fueron robados por los dahalos. Un tal Remenabila es considerado el jefe de la banda que se habría refugiado en uno de las tantas aldeas remotas del distrito de Befotaka, de donde es oriundo.

La población local, además de defenderse de los ladrones de ganado, informa el periódico ‘Madagascar Tribune’, denuncia también abusos de poder por parte de las fuerzas del orden presentes en la zona. Algunos observadores locales señalan que el preciado ganado representa actualmente un óptimo negocio por valor de cientos de miles de euros en el que están involucrados incluso veterinarios que falsifican la identidad de los animales robados, representantes locales del ministerio del Interior y gendarmes que controlan las carreteras y cierran un ojo al paso de camiones con cargas sospechosas.

El 9 de junio, el gobierno suspendió las exportaciones de cebúes para tratar de limitar el hurto del ganado bovino doméstico más difundido en Madagascar. El ganado robado estaría saliendo clandestinamente de la isla con rumbo a las Comoras e incluso Europa.

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